lunes, 27 de agosto de 2012

Lys Green: Alta tensión. Juego erótico.

Lo realmente divertido del juego que inventamos para aliviar la tensión y romper el hielo antes de lanzarnos sin red a nuestro primer trío MHM no fue en absoluto jugar, sino el buen rato que pasamos mientras lo creábamos. El solo hecho de ponernos los tres a llenar las fichas con nuestras apetencias más secretas en un ambiente cada vez más distendido, con pruebas cargadas de erotismo y sexualidad o con nuestros deseos más ocultos, hasta entonces manzanas prohibidas, no solo nos sirvió para descargar los nervios, sino también para perder la vergüenza y hablar sin tapujos de lo que nos sugería la situación.

Para empezar, recortamos varias fichas de colores verde, amarillo, rojo y rosa y los agrupamos en cuatro categorías, y una ficha donde ir incluyendo la lista de artículos o prendas que estarían a nuestra disposición. Acordamos jugar por turnos y usar un dado para decidir con quién se realizaría la prueba (en el caso de un trío, cada uno elegía dos números, el 1 y el 2, el 3 y el 4, o el 5 y el 6).

- Fichas verdes: ROMPEHIELOS. Servían para iniciar las aproximaciones, provocar un contacto físico inicial y perder la vergüenza. Por ejemplo, caricias, besos, bailes, sentarse en la rodillas del otro y mostrar alguna parte del cuerpo o quitarse prenda.
- Fichas amarillas: SUBE LA TEMPERATURA. Siguiente nivel. Caricias más íntimas o provocadoras, juegos más explícitos, uso de complementos, etc.
- Fichas rojas: ALTA TENSIÓN. Sin llegar al máximo, sexo oral o un paso más allá pero con límites y sin penetración (un tiempo determinado o intentar no llegar al clímax, por ejemplo).
- Fichas rosas: PREMIOS. Necesariamente implicaba a los tres y suponían sexo completo, oral, uso de cualquier tipo de complementos y lo que se propusiera. Con un dado se decidía quién sería el beneficiario del premio, y en las fichas cada uno de nosotros escribió aquellos deseos o fantasías que nos gustaría satisfacer con los otros dos, o que los otros dos satisficieran, ya personalizados.

Comenzamos a rellenar las fichas por orden y sin mostrarlas a los demás, empezando por el primer nivel y subiendo en intensidad. Las risas, las miradas pícaras y las imágenes que pasaban por nuestra cabeza hacían que nos revolviéramos en nuestros sitios, presas de un cosquilleo y una excitación cada vez más evidentes. Los comentarios picantes se sucedían, las preguntas sobre si valdría este tipo de caricia o contacto nos dejaron intuir los deseos ocultos de los otros dos, y la lista de artículos para jugar no hacía más que crecer a medida que íbamos rellenando fichas y más fichas: aceite para masajes, preservativos de todo tipo, lubricante de sabores, juguetitos varios, dados con posturas, pañuelos de seda, nata montada, plumas, medias de rejilla o ligas, tangas, antifaz, hielo (usaríamos el de las copas) y hasta una maquinilla de afeitar. Llegado este punto tuvimos que hablar también de lo que seguro que no haría cada uno de nosotros o que solo lo escribiríamos si los tres estábamos de acuerdo, y eso desveló aún más secretos. Más risas nerviosas, más "ya no sé cómo sentarme", más "me voy a poner cómodo que me aprieta el vaquero", y "¿esto estaríais dispuestos a hacerlo?"... Ufff, ¡pero si solo de hablarlo ya entraríamos todos directamente en la fase "Sube la temperatura"! No dejaba de ser otra manera de romper el hielo...

Se me ocurre que partiendo de esta base, el mismo juego puede adaptarse, con ligeras variaciones y reglas según los participantes, a distintas situaciones, como prever la participación de una o más parejas o incluso de un grupo combinado de parejas y singles, y para ello usar dados similares a los de rol, usar un cronómetro o un reloj de arena como los de los juegos de mesa y limitando el tipo de complementos que se pueden usar en cada fase, y otros.



Dejo volar mi imaginación y sonrío al pensar que a día de hoy, en similares circunstancias, no nos habría hecho falta mucho más para seguir disfrutando de la velada. Y si se supera la fase de preparación sin contratiempos dignos de mención, lo que se me antoja bastante difícil a poco que haya buena disposición por los participantes, siempre queda el recurso de jugar una partida...

Mmmmmm, parece que se nos acumula el trabajo y nos desbordan las ideas...

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